Hace un tiempo, la gamba de cristal se creía que era un alevín de gamba blanca o de camarón, por lo que los pescadores la desechaban temiendo una fuerte multa por su captura.

Sin embargo, una vez que ha quedado clara su especie, se está empezando a apreciar, sobre todo por la costa andaluza, donde cada vez aumenta su interés gastronómico, elevando así su valor comercial.

Se le conoce también como blanquilla, camarón blanco, gamba albina, palomita, camarón de cristal, gamusino, chapado blanco, señorita… y una larga lista de nombres, a cual más curioso, con los que los pescadores denominan a este pequeño crustáceo.