Con el mes de septiembre, viene la vuelta a la rutina, la vuelta al cole y la vuelta a las dietas y la vida saludable. Todos los años nos suele pasar, durante las vacaciones cometemos algunos excesos que en septiembre nos proponemos enmendar.
Pues bien, hoy venimos a ayudar a todos aquellos que quieran volver a estar en forma con el nuevo curso o a mantener la línea a los que ya han comenzado a dar los primeros pasos.
El marisco puede ser uno de nuestros aliados de nuestra alimentación para conseguir adelgazar y mantenernos en forma. Dos son las grandes razones por las que el marisco puede ayudarnos a conseguirlo:
- El marisco está compuesto en su mayoría por agua (entre un 70 y un 80% de agua)
- Los mariscos también tienen un gran aporte de proteínas en comparación con otros alimentos. Concretamente, 100g de carne de marisco puede aportar entre 18 y 20 g de proteínas de alto valor biológico.
Ahora que tenemos claro que podemos introducirlo en nuestra dieta, debemos tener muy en cuenta la forma de cocinarlo, pues será fundamental para controlar su aporte calórico.
Veamos algunos consejos:
- Siempre mejor consumirlo cocido, al vapor o al horno. Evitar las frituras y la excesiva exposición al calor, pes destruye gran parte de los nutrientes de este alimento, además de, en el caso de las frituras, sumar grasas y calorías innecesarias.
- Cocinar a la sal. De esta forma, el marisco se cuece con su propio jugo y, además, la sal absorbe parte de las grasas que contiene el alimento.
- Acompañamientos ricos en fibra. Debido a su alto contenido en proteínas de alta calidad, el marisco nos ofrece una cierta sensación de saciedad. Para potenciar este efecto, podemos acompañarlo de alimentos ricos en fibra como verduras, arroz, pasta, frutos secos, semillas…
- ¡Ojito con las salsas! Suelen aportar mucho sabor a los platos, pero también aumentan de forma espectacular las calorías de estos. Una muy buena alternativa son los cítricos, perfectos para aderezar el marisco sin incrementar su aporte energético.