Como cada año, ya estamos pensando en las comidas navideñas y en cómo podemos ahorrarnos un poco de trabajo y dinero.

A partir de estas fechas empieza a subir el precio del pescado y marisco fresco, y mucha gente lo adquiere para congelarlo después en casa.

El problema viene cuando lo hacemos directamente, sin tener en cuenta una serie de factores, que pueden hacer que cuando lo sirvamos, no tenga la textura y el sabor deseados.

Por ejemplo, los centollos, nécoras, y buey de mar, conviene congelarlos cocidos, envueltos en un paño húmedo y posteriormente, envasarlos al vacío o envueltos en un film que después  meteremos en una bolsa hermética.

Los bivalvos como almejas, mejillones, navajas… se deben limpiar bien, y envolver crudos en un film apretado o al vacío, y congelando inmediatamente.

Las gambas y langostinos, conviene envolverlos muy bien en film o al vacío, para que no les entre aire.

Y para descongelarlos, lo mejor es meterlos en el frigorífico y dejar que se descongelen poco a poco.

Sin embargo en Mariscos Castellar, te ahorramos este proceso, ya que congelamos nuestros pescados y mariscos con todas las precauciones para que cuando lo descongeles, no encuentres diferencia con el fresco.

Recién pescado, en los barcos se glasea y comienza el proceso de ultracongelado para que no pierda nada de su frescor y no se deshidrate. De esa manera, cuando se descongela, mantiene sus propiedades organolépticas intactas y una textura firme, como si acabaran de salir del mar.

Mariscos Castellar te lleva el pescado y el marisco ultracongelado, directamente del mar a tu mesa.

#MariscosCastellar #ElSaborDelMar